martes, 22 de noviembre de 2011

Albasolar rompe el hielo de la Antártida

Albasolar, especialista en distribución de material fotovoltaico al profesional, ha suministrado el equipo necesario para dos instalaciones pertenecientes al Ejército de Tierra destinadas a la observación medioambiental en la base Antártica Española ‘Gabriel de Castilla’ situada en Isla Decepción.

La adquisición de estos equipos científicos en la Antártida responde a la serie de Convenios firmados entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Ciencia y Tecnología en materia de gestión, conservación, restauración, mejora del medio ambiente y de los recursos naturales en los terrenos e instalaciones militares, en virtud de lo dispuesto en la Orden Ministerial de 21 de enero de 2000, que amplía el ámbito de colaboración entre ambos Ministerios, añadiendo a la política forestal y lucha contra incendios, la de calidad y evaluación ambiental y formación del personal.

Especialistas en seleccionar equipos para condiciones extremas

Recientemente, Albasolar suministró 2 MW para la instalación más alta de Europa, ubicada a 1.900 metros del nivel del mar en el macizo de Niederen Tauern en Austria. De nuevo, Albasolar desafía las condiciones meteorológicas eligiendo entre su catálogo de productos, el kit más adecuado para hacer frente a las temperaturas extremas. Para optimizar al máximo el rendimiento de la instalación y la captación de radiación solar, la estructura tendrá una inclinación de 70º.

La primera instalación, destinada a proveer de energía el equipo de análisis atmosférico, está compuesta por módulos solares Kyocera Solar; un regulador de carga Steca; un inversor Studer y baterías de gel Exide Sonnenschein. La segunda, que alimentará una cámara de observación se diferencia por el módulo de marca Trina Solar. Ambos equipos irán montados sobre una estructura de aluminio de fabricación portuguesa. “Hemos seleccionado dos equipos totalmente adecuados para las condiciones de la Antártida. El transporte se ha realizado por barco y se espera que esté en funcionamiento a principios de año”, comenta Carlos Barrosa, delegado comercial de Albasolar y responsable del proyecto. “En contra de lo que podríamos pensar, las bajas temperaturas, la extra-refrigeración de los fuertes vientos y la baja contaminación del entorno, facilitarán la absorción solar y la eficiencia de la instalación”, añade Barrosa.

Optimismo por el recién publicado Real Decreto hacia el Autoconsumo

Albasolar celebra este tan esperado paso hacia el Autoconsumo que supondrá una nueva etapa en el mercado eléctrico, donde las renovables no dependan de ayudas ni subvenciones y el consumidor pueda generar su propia electricidad y ahorrar dinero en la factura de la luz.

El distribuidor especializado en fotovoltaica, estará preparado cuando se publique el procedimiento definitivo para las instalaciones de pequeña potencia, puesto que su oferta de productos se adapta totalmente a los requerimientos exigidos. “Nuestros clientes pueden estar tranquilos, porque estamos trabajando en adaptar al máximo el Catálogo 2012 y que adquieran los equipos más idóneos para el Autoconsumo tanto en viviendas como en pequeños comercios”, comenta David Celis, director comercial de Albasolar.

jueves, 20 de octubre de 2011

El Salvador sufre lluvias peores que un huracán.

El Salvador con intensas lluvias que han provocado 32 muertes y más de 20.000 evacuados, mientras que los daños en agricultura e infraestructura superará los efectos que dejaron las tormentas tropicales de los últimos cinco años: Ida, en 2009, y Agatha, Alex, Mathew, Nicole y Depresión Tropical 16, en 2010.

Aunque no se ha hecho aún una estimación final de daños, el número de personas afectadas ya superó a Ida.

Un informe técnico del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) advirtió que para el miércoles esperan la llegada de un frente frío porque los movimientos de la baja presión que ha golpeado a la región centroamericana tienen un alto potencial de convertirse en ciclón tropical.

"El temporal seguirá hasta estos días, pero el frente frío que baja desde Estados Unidos hacia México podría hacer que la situación cambie gradualmente", afirmó el meteorólogo Walter Flores, del SNET.

Mientras tanto, las evacuaciones no cesan en las zonas afectadas por el desborde los ríos o el deslizamiento de tierra.

Miedo al saqueo

Uno de los peores escenarios de la tragedia humanitaria sucedió el fin de semana cuando un alud sepultó cinco viviendas en una zona rural y montañosa ubicada al oeste de la capital, a pocas horas de Ciudad Arce. Adentro había niños con sus padres que resistieron salir de la covacha.

El coordinador del Comité de Protección Civil de La Libertad, Roberto Miranda, acudió al lugar unas horas antes de la tragedia para evacuar a los residentes; pero nadie quiso atender el llamado.

La población rechaza abandonar las propiedades por el miedo al saqueo a manos de la delincuencia, pese a que el presidente Mauricio Funes, durante la última alocución, recalcó que el Estado garantizará la seguridad en las zonas abandonadas.

"Esto duele porque como municipalidad estamos en la disposición de ayudarlos, pero no quieren. Algunas se regresaron a sus casas cuando vieron que el personal de Protección Civil se retiró porque no podíamos dejar en riesgo a nuestro personal", relató Miranda.

Record histórico


El ministro de Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez, afirmó que el nivel de las lluvias sobrepasó los registros de fenómenos tan letales como el huracán Mitch en 1998.

"Durante el paso del huracán Mitch hubo un acumulado de 861 mm de agua y ahora en las últimas 24 horas hemos registrado un record histórico de1,250 mm", declaró el funcionario

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), por las condiciones de su territorio y su ubicación geográfica, El Salvador, Guatemala y Honduras se encuentran entre los diez países más vulnerables del mundo.

Entre 1998 y 2008, el 23% de las muertes provocadas por desastres naturales en Latinoamérica ha tenido lugar en la región centroamericana.

De hecho, el 95% del territorio salvadoreño está en zonas de riesgo y casi un millón de sus habitantes viven en situación de vulnerabilidad.

En colapso

Aunque los pronósticos prevén una disminución paulatina del temporal este lunes, la alta saturación de los suelos mantiene amplias zonas anegadas y el peligro de nuevos deslaves sobre comunidades, carreteras y en zonas montañosas.

Históricamente, el país ha estado sometido a situaciones de emergencia debido a la actividad tectónica, volcánica e hidro-meteorológica.

Entre 1982 y 2009 el país ha tenido daños y pérdidas económicas por más de US$6,711 (a precios de 2008), lo que equivale a un promedio anual de US$959 millones.

Cada año, más de 538.000 salvadoreños (casi el 9% de la población total) viven en permanente vulnerabilidad.

Primer desembolso

El presidente Mauricio Funes anunció que dispondrá de un préstamo de US$25 millones concedido por el Banco Mundial (BM) para enfrentar la primera fase de rehabilitación a raíz de la catástrofe.

"Este monto forma parte de un crédito de 50 millones de dólares que el gobierno solicitó hace más de un año para atender este tipo de emergencias como parte de sus políticas de prevención y atención de desastres naturales", declaró el gobernante salvadoreño.

"Enfrentamos nuevamente una situación crítica que afecta particularmente a los hogares más humildes y que pone a prueba nuestra solidaridad como pueblo", solicitó el mandatario.

"A esa población afectada nos debemos todo, a la ayuda de esas familias debemos acudir solidariamente sin otro interés que no sea hacer menos penosa su situación", demandó Funes.

La lluvia pertinaz junto a copiosos aguaceros sigue golpeando la cadena montañosa central del país y la costa este, donde miles de personas han sido evacuadas por el desborde de ríos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Los océanos ocultan el calentamiento global.


Uno de los efectos más destacados del cambio climático es un aumento de temperaturas en todo el mundo, conocido como calentamiento global. Durante las últimas décadas, el promedio de temperaturas ha subido de forma sostenida; sin embargo, durante la pasada década no se han producido aumentos generalizados de temperatura. Un equipo de investigadores asegura, a través de un nuevo estudio, que esta situación se debe al hecho de que los océanos acumulan gran parte del calor generado, lo que atenúa el aumento de temperaturas.

La década de 1990 fue la más cálida desde que se tienen registros, fijando 1998 un record histórico como el año mas caluroso en más de un siglo. Sin embargo, las temperaturas no volvieron a subir tanto hasta más de diez años después. Esta década ha sido una época que los científicos denominan de hiato o de pausa.

El mar sólo puede contener el calentamiento durante una década

Teniendo en cuenta que, durante este periodo, la emisión de gases de efecto invernadero ha seguido creciendo y que las observaciones por satélite han mostrado que la relación entre la cantidad de energía que entra en la atmósfera y la que emite la Tierra, se ha incrementado, en algún lugar del planeta se tiene que estar acumulando ese calor.

Los resultados de la simulación realizada por los investigadores, publicados hoy en Nature Climate Change, muestran cómo las zonas profundas de los océanos, por debajo de los 300 metros, acumulan más calor durante las décadas de hiato, lo que explicaría estos fenómenos. Sin embargo, los investigadores alertan de que "estos periodos sólo duran una década y el calentamiento volverá a resurgir", afirma Gerald Meehl, investigador del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EEUU (NCAR) y principal autor del estudio.

Los resultados de la investigación también muestran una relación entre estos periodos de hiato y el fenómeno meteorológico de la Niña, dado que los patrones son similares a los observados durante este proceso, con temperaturas globales que tienden a disminuir ligeramente. A este respecto, Kevin Trenberth, investigador del NCAR y coautor del estudio, asegura: "El calor no ha desaparecido y no puede ser ignorado, pues tendrá consecuencias".

viernes, 1 de julio de 2011

Tormenta tropical Haima azota parte meridional de China.

La cuarta tormenta tropical de este año, Haima, que se formó en la madrugada del martes, trajo consigo vientos racheados a la provincia meridional china de Hainan e interrumpió el miércoles las operaciones de algunos barcos de pasajeros, informó el departamento marítimo local.

Según el Centro Meteorológico Nacional, Haima barrerá las provincias de Fujian (sureste), Guangdong y la parte oriental de Hainan (sur), así como la parte sur y central de la isla de Taiwan, con fuertes precipitaciones y vientos de una velocidad de 17,1 metros por segundo en el Estrecho de Qiongzhou, localizado entre las provincias meridionales de Guangdong y Hainan.

El departamento marítimo provincial de Hainan emitió ayer martes la alerta de tifón y puso en marcha un sistema de respuesta de emergencia contra tormentas tropicales.

lunes, 10 de mayo de 2010

En el desierto de hielo

En el Polo Sur hace muchísimo más frío que en el Polo Norte. Esto es porque el segundo está en mitad del océano, a nivel del mar, mientras que el primero está en lo alto de un continente cubierto de hielo: la Antártida.

La Antártida es el continente más frío, más seco y más ventoso de todos. Un 98% está cubierto por hielo, un hielo de al menos 1,6 kilómetros de grosor.

Rara vez llueve. Por todas estas cosas es considerado un desierto. ¡Un desierto de hielo! Tanto hielo, que representa el 70% del agua dulce del planeta Tierra.

Las estaciones científicas
No hay humanos que vivan en la Antártida. Pero sí hay algunos que la visitan por un tiempo. Hasta cinco mil personas trabajan en las estaciones de investigación que hay por todo el continente. La más grande, McMurdo, es capaz de alojar a unos mil científicos, visitantes y turistas.

Los valientes habitantes
Solo plantas y animales adaptados al frío sobreviven en la Antártida, incluyendo pingüinos, focas, gusanos, algas y otros microorganismos.

El krill antártico (euphausia superba) vive en grandes escuelas y es la comida principal de focas, lobos marinos, ballenas, calamares, pingüinos, albatros y otros pájaros. Hay unos 500 millones de toneladas de krill en el mundo (pesan el doble que todos los humanos juntos).

Hay un mosquito que vive allí. Un mosquito que no vuela. La bélgica antártica es el único insecto que se atreve a soportar ese frío, en un lugar en el que tener alas no le sería de gran ventaja.

El emperador (atenodytes forsteri) es el más alto y pesado de los pingüinos, y el único que pasa toda su vida en Antártida o en el mar, pero no en otro territorio.

La ballena azul (balaenoptera musculus) era abundante en todos los océanos del mundo, hasta que por poco se extingue, a principios del siglo XX. Se alimenta casi exclusivamente de krill.

El calamar colosal (mesonychoteuthis hamiltoni), no es tan largo como el calamar gigante, pero sí más ancho y pesado. Sus tentáculos están equipados con afilados ganchos. Y tiene los ojos más grandes del reino animal.

El lobo marino antártico (arctocephalus gazella) es otro comedor de krill. Cada lobo marino se come una tonelada al año. ¡Afortunadamente el krill es abundante alrededor de las islas de Georgia del Sur!

El albatros de ceja negra (Thalassarche melanophrys) puede pasar gran cantidad de tiempo en vuelo continuo sin posarse en tierra o agua, pescando calamares, crustáceos, medusas, pulpos y peces.

El petrel (macronectes giganteus) es el único pájaro que vive exclusivamente en Antártida y llega al mismísimo Polo Sur.

Riesgo
Cada año, una gran área de baja concentración de ozono (al que conoces como ‘agujero’) crece sobre toda la Antártida. Se vuelve más grande en el mes de septiembre.

Protección
El Tratado Antártico prohíbe actividades militares y minería, y apoya la investigación científica.

¡Aquí es!
El Polo Sur está marcado por un letrero. Pero cada año el hielo se mueve, y hay que reubicar el letrero, para que el Polo otra vez esté en el sitio correcto. No hay animales tan resistentes como para acercarse al Polo Sur.

sábado, 6 de febrero de 2010

Nueva batalla por el petróleo

El deshielo del Polo Norte está abriendo la posibilidad de explotar los recursos naturales de lo que se podría convertir en un nuevo El Dorado. En esta nueva carrera digna del siglo XV están Canadá, Rusia, Estados Unidos, Noruega y Dinamarca.
Bajo las aguas gélidas del Ártico se encontraría, según los expertos, el 25% de las reservas de petróleo mundiales. Un apetitoso manjar para las potencias que se disputan la soberanía de esta parte del planeta prácticamente inaccesible antes del calentamiento global.
Pero el enorme glaciar se derrite y con las nuevas grietas aparecen también nuevas posibilidades.
No sólo hay petróleo, sino también importantes reservas de gas natural y yacimientos de minerales tan preciados como diamantes, oro, platino, estaño, manganeso, níquel y plomo.
Además, el deshielo supondrá que se abra una vía marítima estratégica de extrema importancia comparable al Canal de Panamá y al Canal de Suez.
Rusia ya ha enviado varias expediciones en los últimos años e incluso en una de ellas, la tripulación de un batiscafo consiguió plantar a 4.200 metros de profundidad una bandera tricolor rusa en una cápsula de titanio, un material irrompible, toda una metáfora de una posible declaración de intenciones.
Aunque ese momento, Canadá intentó sacarle hierro al asunto, no perdió el tiempo y desde entonces está reforzando su presencia militar en esa región.
El gobierno Ottawa ya no esconde sus intereses.
El ministro de Finanzas canadiense, Jim Flaherty, reunido con sus homólogos del G 7 en Iqaluit afirmó que “se trata de una de las prioridades de nuestro gobierno” y esa prioridad es mostrarle al mundo su soberanía en el territorio.
Podríamos estar ante una nueva batalla geopolítica que podría hacer resurgir los peores momentos de la guerra fría.

jueves, 28 de enero de 2010

París mira de reojo las inundaciones de hace un siglo

El 28 de enero de aquel año la crecida del río alcanzó los 8,50 metros, alimentado por las abundantes lluvias y el efecto del deshielo de las nieves, y se desparramó por los bulevares y las plazas de una ciudad que quedó en pocas horas paralizada.
Aquel hecho marcó de forma decisiva a los parisienses, hasta el punto de que las inundaciones siguen siendo el principal riesgo de catástrofe natural al que se enfrenta la ciudad.
Algunos de las cientos de fotos tomadas por aficionados y profesionales en aquellos días se exponen en el Ayuntamiento de París, que recoge las peripecias a las que se vieron obligados los ciudadanos para afrontar una situación inédita para ellos.
La inundación sorprendió desprevenidos a los parisienses. En pocos días, el nivel del Sena pasó de 3,80 metros a 8,50. Se inundaron las estaciones ferroviarias y los pocos túneles del metro que para entonces estaban construidos.
Los puentes del Sena casi aparecían sumergidos en el río. Doce de los 20 distritos se vieron afectados, 150.000 habitantes de la capital y otros 200.000 de los arrabales.
Desde los departamentos marítimos de Francia llegaron barcazas para ayudar a los parisienses, desacostumbrados a moverse por su monumental ciudad como si estuvieran en la italiana Venecia.
Algunos pescaron en aguas revueltas y cobraron a los curiosos por darles paseos turísticos en chalupa.
Una cadena de solidaridad se tejió en el país para acudir al auxilio de una ciudad que quedó totalmente paralizada, pendiente del retroceso de la crecida de un río que tardó un mes en volver a su cauce.
Las crónicas de la época cifran en 400 millones de francos de entonces los daños causados por la crecida del Sena en aquel inicio de 1910, pero más que el daño económico es la huella dejada en el imaginario colectivo la que ha pervivido en los parisienses.
Los expertos consideran que París no está a salvo de una nueva inundación, aunque desde 1910 se han tomado algunas medidas para prevenirlas.
Un sistema de cuatro lagos artificiales creados en la región parisiense está listo para acoger miles de litros de agua procedentes del Sena en el caso de que el río vuelva a enfurecerse.
En total, estas construcciones pueden embalsar hasta 830 millones de metros cúbicos, una cantidad insuficiente, apuntan los expertos, si llegara una crecida como la de 1910.
En aquel año, el Sena pasó de los 250 metros cúbicos por segundo que tiene su caudal habitual a 2.500 en el peor momento de la crecida.
Desde hace años se estudia la construcción de un quinto embalse, capaz de albergar hasta 55 millones de metros cúbicos suplementarios, una obra de ingeniería que, de ser finalmente aprobada, costaría en torno a 500 millones de euros y no estaría acabada antes de 2014.
El nuevo embalse no aparta de forma definitiva el riesgo de inundación, vigilado permanentemente a través de un sofisticado sistema de control situado en el parisiense puente de Austerlitz.
Cuando los detectores revelan el aumento de tres metros del Sena, algo que sucede casi todos los inviernos en época de deshielo, se cierran varias calles adyacentes del río.
Si el nivel sube 4,30 metros se cierra el Sena a la navegación, porque la mayor parte de los barcos no pueden pasar bajo los puentes.
Cuando el río crece seis metros comienzan los problemas. Los túneles del tren de cercanías que recorren las orillas del Sena se inundan y, para evitar que el agua sumerja varias calles, se elevan los muros que encajonan el río a su paso por la ciudad.
Esta situación sólo se ha vivido en doce ocasiones en el siglo pasado, la última en enero de 1982.
Más infrecuente todavía es que el río aumente siete metros su altura, momento en el que la crisis es ya inevitable. El agua comienza a ganar calles y la situación es incontrolable.
En 1910 el nivel del Sena aumentó más de ocho metros y marcó con su paso la memoria. Los parisienses no lo quieren olvidar.